¿Estás pensando en solicitar un crédito? Antes de hacerlo es importante que conozcas en detalle en qué consiste y cuáles son sus características. En esta nota te contamos todo lo que necesitas saber sobre los créditos bancarios.
¿Qué es un crédito? | Préstamos en Argentina
Un crédito es como pedir prestado dinero a un banco para comprar una casa, renovarla, comprar un auto, pagar deudas o llevar a cabo otros proyectos. A menudo, las palabras «crédito» y «préstamo» se usan indistintamente, pero el término crédito se utiliza principalmente para líneas de crédito hipotecarias o vinculadas a operaciones con inmuebles, mientras que los préstamos pueden usarse para diversos fines.
En una línea de crédito, el cliente puede retirar el dinero a medida que lo necesita, mientras que en un préstamo se recibe la suma completa. Sin embargo, la entidad bancaria siempre establece condiciones para que se devuelva el dinero prestado, junto con los intereses y puntos acordados en un plazo determinado.
¿Qué tipos de créditos existen?
Existen diferentes tipos de créditos, entre los más comunes encontramos:
- Créditos de Consumo: dinero prestado por el banco a personas para adquirir bienes o pagar servicios, generalmente pactado para ser pagado en el corto o mediano plazo (1 a 4 años).
- Créditos Comerciales: dinero prestado por el banco a empresas de distintos tamaños para satisfacer necesidades de capital de trabajo, adquirir bienes, pagar servicios orientados a la operación de la empresa o refinanciar pasivos con otras instituciones y proveedores a corto plazo. Normalmente, este tipo de crédito se pacta para ser pagado en el corto o mediano plazo.
- Créditos Hipotecarios: crédito que otorga el banco para la adquisición de una propiedad ya construida, un terreno, o para la construcción de viviendas, oficinas y otros bienes raíces, con la garantía de la hipoteca sobre el bien adquirido o construido. Por lo general, se pacta para ser pagado en el mediano o largo plazo (8 a 40 años, aunque lo habitual son 20 años). Cabe destacar que la hipoteca es la garantía que da el comprador al banco para asegurar el pago del crédito.
Diferencias entre préstamo y crédito
Un préstamo y un crédito son productos financieros que permiten a un usuario acceder a una cantidad de dinero, pero existen algunas diferencias clave entre ellos.
Un préstamo es una cantidad fija de dinero que se otorga al inicio de la operación y se debe devolver en cuotas regulares con intereses. El plazo para pagar el préstamo se establece previamente y una vez que se ha pagado todo el capital y los intereses, se da por concluida la operación y no se puede acceder a más dinero a menos que se solicite un nuevo préstamo.
Por otro lado, un crédito es una cantidad de dinero que se pone a disposición del cliente y se puede retirar según sea necesario. El cliente solo paga intereses sobre la cantidad de dinero que ha utilizado y puede volver a utilizar el crédito una vez que se han pagado los intereses y se devuelve el dinero utilizado.
Las principales características que diferencian al crédito del préstamo son:
- Los intereses de los créditos suelen ser más altos que los de un préstamo.
- Solo se pagan intereses por la cantidad utilizada, aunque puede haber una comisión mínima sobre el saldo no dispuesto.
- A medida que se devuelve el dinero se podrá seguir disponiendo de más, siempre que no se supere el límite fijado.
- Por lo general, el crédito se renueva cada año para seguir permitiendo que el cliente use esa línea de financiación cuando lo necesite.
- Las figuras habituales para obtener financiación a través de un crédito son la tarjeta de crédito y la póliza de crédito o línea de crédito, que se suele articular a través de una cuenta corriente en la que se pueden hacer ingresos y retiradas de fondos hasta el límite concedido.
¿Qué ventajas tienen los créditos?
Los créditos tienen varias ventajas en comparación con otros productos financieros, como los préstamos. Algunas de las ventajas más destacadas son:
- Flexibilidad: Los créditos son una forma de financiación más flexible que los préstamos, ya que establecen un límite máximo de dinero dentro del cual el cliente puede ir disponiendo parcial o totalmente, según sus necesidades.
- Intereses: Aunque los intereses de los créditos suelen ser más altos que los de los préstamos, sólo se pagan intereses por la cantidad utilizada, lo que puede resultar más económico si el cliente sólo necesita una parte del dinero prestado.
- Renovación: A diferencia de los préstamos, que se dan por concluidos una vez que se ha amortizado todo el capital, los créditos se renuevan cada año para seguir permitiendo que el cliente use esa línea de financiación cuando lo necesite.
- Disponibilidad: Las figuras habituales para obtener financiación a través de un crédito son la tarjeta de crédito y la póliza de crédito o línea de crédito, que se suele articular a través de una cuenta corriente en la que se pueden hacer ingresos y retiradas de fondos hasta el límite concedido.
- Uso: Los créditos se suelen usar para cubrir desfases entre cobros y pagos por parte de las empresas, para afrontar períodos puntuales de falta de liquidez o para compras concretas, mientras que los préstamos suelen utilizarse para financiar la compra de un bien o servicio.
En resumen, los créditos ofrecen mayor flexibilidad, disponibilidad y renovación que los préstamos, lo que los convierte en una opción interesante para cubrir necesidades de financiación a corto plazo o para empresas que requieren liquidez en momentos determinados.
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